La tienda física empuja al ecommerce y viceversa
En aquellas zonas donde más se agrupan compradores online, es lógico apostar por abrir tiendas físicas cercanas.
Hola, soy Andrés Barreto de Product Hackers 🚀, y esta es mi newsletter Ecommartech. Un lugar donde hablamos de ecommerce, marketing y tecnología. Sin humo, ni vanity metrics. Todo lo contrario, buscamos darle un enfoque más humano e inspiracional.
En esta edición #33, vengo a hablar sobre el impacto positivo de tener un ecommerce potente y a la vez tiendas físicas, “un retail omnicanal”. No uno o lo otro, lo ideal es apoyar los dos canales entre ellos para conseguir que sea la misma experiencia sea cual sea el que el cliente elija. Y por qué es una buena idea comenzar a probarlo, si aun no se ha hecho.
Los clientes vuelven a visitar las tiendas, y además, el cliente omnicanal definitivamente se ha convertido en el cliente más fiel y rentable. La gente ama ir a las tiendas, probar los productos, incluso el porcentaje de pedidos click&collect sigue creciendo.
La experiencia en tienda física es completa, también para devolver productos, porque no es una cuestión únicamente de tallas, los clientes quieren tener opciones para satisfacer su deseo y eso ocurre en tienda física.
Cómo el retail ayuda al ecommerce
Para David Bernuz, cofundador de Sivasdescalzo.com, tener tiendas físicas es una apuesta de marca. Me comentaba recientemente que “se puede tener un ecommerce muy bonito, con fotos espectaculares, con un diseño maravilloso y ser fácilmente comparable con una tienda online cutre, que no cuida el diseño ni los detalles, y que sólo compite tirando los precios.
Sin embargo, una tienda física es una oportunidad de enseñarle a la gente el valor de la compañía, y cómo se hacen las cosas de forma diferente.
Una tienda física permite demostrar que eres una tienda TOP, cuando la gente entra y vive una experiencia única, entonces se convierten en nuestros mejores clientes.
A pesar de que el ecommerce es la parte más importante y escalable del negocio, la tienda física tiene un gran impacto en la construcción de la marca, y sobre todo en la confianza”.
Entonces, como comenta David, aquí tenemos un buen ejemplo de un distribuidor digital que se apoya en el retail para ser más fuerte.
Cómo el ecommerce ayuda al retail
Y hablando sobre esto, me viene a la cabeza el ejemplo de BlueBanana, una marca que nació de forma nativa digital que ya tiene varias tiendas físicas repartidas por la Península (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Zaragoza y Bilbao).
Hace unos años cuando acaban de abrir la tienda de Madrid, Nacho Rivera (su CEO y cofundador) me explico en una entrevista que le hice en el podcast de SOLOIMPRENTA, que los datos obtenidos de las compras online en cuanto a volumen de ventas por códigos postales, habían sido fundamentales para decidir la ubicación de las tiendas. En aquellas zonas donde más se agrupaban compradores, era lógico apostar por abrir tiendas físicas cercanas.
Pero no sólo hay la opción de abrir una tienda física, también se pueden abrir tiendas efímeras o Popup stores, sobre todo para comenzar a experimentar con la venta en punto físico, conocer a los clientes, hablar con ellos, recibir feedback directo, entre otras muchas cosas positivas que se viven en este modelo más relacional.
Experimentando con una Popup Store
En diciembre de 2019, cuando estábamos planificando cómo despegar con Bisuroom (la marca DNVB que lancé en verano de 2018), nos fuimos a la feria de la Purísima en Sant Boi de Llobregat (nuestro pueblo). Un amigo nos dejó un espacio dentro de su local y allí montamos nuestra primera tienda física efímera. Una gran experiencia.
La preparación de la popup Store fue muy difícil, porque no teníamos nada de expositores para mostrar nuestros productos en tienda, no teníamos estanterías, nunca habíamos mostrado nuestros productos ni dejado que las personas los tocaran sin antes comprarlo, así que fue toda una gran experiencia de aprendizaje.
Pudimos hablar con cientos de personas y conocer mejor sus gustos y opiniones. Nos sirvió el experimento para definir mejor nuestro “buyer persona” y para potenciar los productos que más gustan.
De las principales conclusiones que extrajimos es que es una buena forma de acercarse al público final y testar de primera mano nuestro producto, además de servirnos para recoger información muy valiosa.
Obviamente las ventas directas también suman, pero sobre todo empezar a generar imagen de marca. También nos dimos cuenta de la facilidad con la que se vende en tienda física, vimos gente entrar a la tienda para ver algo y decir me lo quedo inmediatamente. Aún la tienda física tiene la ventaja de poder tocar el producto, probárselo, sentirlo, algo que sigue siendo un handicap para el ecommerce.
Y cómo no, aprovechamos para convertir a los visitantes en nuestros seguidores en redes y suscriptores de la newsletter, a través de un mega sorteo que habíamos preparado.
Desde esa feria comenzamos recibir muchos pedidos de gente de Sant Boi que venia a recogerlos a nuestra oficina, e incluso nos pedían poder venir a probarse los productos y pagarnos directamente, lo que nos obligó a contratar un TPV físico para cobrar con tarjeta en la oficina.
Y cambiando de ejemplo pero no de tema. Esta semana Victor Juarez nos compartía su experiencia y aprendizajes con la primera Popup store de Craftelier que montaban en Madrid:
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Todo un reto y aprendizaje, sin formación, ni documentación y sin experiencias consolidadas en el sector. Es lo que nos estamos encontrando, tanto los nativos digitales para tocar tierra, como los retaliers convencionales a la hora de transformarse e integrarse con digital.